No recuerdo haber estado más triste antes, las pequeñas Laura y su hermana Isidora, dejaron de existir cuando todavía no las conocíamos, cuando todavía no las veíamos, eran mis sobrinas, hijas de mi hermano y su mujer, nunca sentí una perdida tan cercana, sentí que ellas ya eran parte de nuestras vidas. Esta sensación me golpea una y otra vez, en los instantes que menos lo espero me hace llorar.
Pero las veo reír, jugar y alzar los brazos cuando ríe, juega y alza los brazos Begoña, su preciosa hermana mayor, creo que siempre, toda mi vida, las veré en ella.
Las amo a las tres.
Pero las veo reír, jugar y alzar los brazos cuando ríe, juega y alza los brazos Begoña, su preciosa hermana mayor, creo que siempre, toda mi vida, las veré en ella.
Las amo a las tres.
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