Mi reflexión va por el lado de la oportunidad que los personajes del gobierno o el gobierno mismo se han farreado, de hacer algo realmente revolucionario, cambiar el sistema de transporte colectivo de Santiago, no han hecho más que hundirse en su propia incapacidad. Después de la tremenda cagada que se han mandado, ¿cuando de nuevo la gente, el pueblo les va a creer con un proyecto de modernización al nivel de lo que podría haber sido este?, cambiar la forma en que se mueven 5 millones de personas, por algo más humano y agradable, más digno, todo un sueño, un sueño ya totalmente destrozado. Al gobierno le pasó la cuenta el haber trabajado todos estos años para enriquecer a los más ricos, para los empresarios privados en busca de más dinero sin tener en cuenta las necesidades de las personas, en definitiva el venderse al mejor postor, al neoliberalismo, al capital... ahora son los mismos privados los que amparados en contratos que les favorecen les dan vuelta la espalda y no solo no cooperan, si no que se jactan de cumplir con todo lo que los papeles dicen y presenciar sentados la debacle del poder, sentados esperando a que este país vuelva a ser gobernado por la derecha salvaje para seguir comprándose a Chile. Así son pagados... un gobierno que se dice al servicio de las personas, acorralado por sus supuestos socios, cayéndose a pedazos por su propia ineptitud, lindo espectáculo están mostrando, peleándose entre ellos sin poder tomar el sartén por el mango. Todo mal. Veremos que resulta de todo esto. Es una verdadera pena lo que han hecho.
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