lunes, diciembre 19, 2005

La junta 3 de diciembre 2005. Parte I


La junta 3 de diciembre 2005 (parte I) http://www.flickr.com/photos/carlospereira/

Crucé el portal del condominio sacudiéndome la culpa que me producía dejar a mi hijo y mi mujer solos en un fin de semana apto para actividades familiares, durante el año no habíamos tenido mucho tiempo para estas salidas, así que me pesaba la situación, pero ya estaba echo, había tomado una decisión y ellos me habían comprendido… como siempre.
Así caminé sin problemas a través del soleado asfalto que reflejaba el fuerte calor del mentado sábado 3 de diciembre de 2005, sábado en el cual con 10 amigos del alma nos habíamos prometido encontrarnos en la casa de uno de ellos, el único que vive en el campo, que vive soñadamente desde la perspectiva de algunos de nosotros, yo incluido.
En plena tarde, 1pm, caminaba por un lugar totalmente diferente a ese campo soñado, caminaba por la dura, sucia y ya casi querida ciudad que me acoge desde hace 5 años atrás, pero vestido como si caminara por la carretera 5 sur en uno de esos maravillosos mochileos a dedo de hace 15 años atrás, cuando contaba con todo el tiempo es decir… yo iba mochiliando, ataviado con short, zapatillas, lentes oscuros, gorro para el sol y el correspondiente "personal estéreo", que en estos días podría haber sido un ipod o algo así, pero ni eso , era solo radio FM de a luca… cumplía su objetivo eso si, sintonizando la Futuro a todo cachete, con Led Zeppelin jugándosela para poner la banda sonora de mi privado video en tres dimensiones.
Alcance el terminal de buses después de viajar en metro casi 1 hora, donde el cambio de emisora me llevó escuchar el canto de viejos trovadores de guitarra de palo, escuche a Alejandro Filio y me hizo soñar con los días de universidad cuando recién salía del hogar con toda la vida por delante… parte de esos días estan mezclados también con los amigos que nos encontraríamos en unas horas más y que de antemano sabíamos tristemente que sólo llegarían 7 de ellos, pero había que seguir, esto no podría amagar un reencuentro tan notable.
El viaje en bus me lo saltaré por que fue igual que todos… calor, hediondez y un dormitar a saltos… hasta que llegue a Talca donde el gran Mamicho se contactó conmigo y subió al mismo bus, donde compartimos nuestras interrogantes en cuanto como resultaría la reunión después de 10 años… llegamos a Linares y nos estaban esperando Olave y Pato Cisternas, es ese momento empece a sumergirme en un mundo que de tan antiguo era nuevo para mi, el mundo de los amigos de verdad… Un mundo en donde no existen ofensas ni malas intenciones, donde todo esta entregado y recibido con una actitud que nos es extraña ahora en la vida diaria. Este encuentro nos serviría para recordar esos días, renovar los lazos que nos unieron en esos años dorados y maravillosos, cuando nada importaba tanto y los problemas eran realmente un regalo para el alma.... donde estábamos cruzados diariamente por relaciones verdaderas y sin dobleces, cuando te atrevías a ir a la casa de un amigo, golpear su puerta, entrar en su mundo, sumergirse en el ocio y la verdad, esa que tanto nos hace falta ahora, sólo ese gesto denotaba el fuerte lazo que existía .....
Bueno, llegamos a la casa de mi viejo donde por fin estuvimos los 7 magníficos o los 7 del patíbulo como nos denominamos en los mails anteriores (6 en realidad por que el Juano nos esperaba en su casa), nos pusimos unas cevecitas con mi viejo, mi hermano y mis amigos y sentí nuevamente el calor del hogar, el calor que te dan tus viejos, sentí el deseo de pedir permiso y avisar que tenia que salir y que llegaría temprano, en definitiva sentí nuevamente el amor de los padres que te desean lo mejor y que ya por la rapidez y por que tus problemas ya son otros, o por tu propia familia que formaste, no puedes volver a sentir de la misma forma.
Partimos al supermercado medios arriba de la pelota ya, y compramos lo que necesitábamos… y antes de partir a Villa Alegre (que apropiado el nombre, nombre que nosotros habíamos escuchado desde nuestra más temprana infancia, nombre que no nos sorprende como los afuerinos que lo escuchan por primera vez, así como Vara Gruesa o Yerbas Buenas), Villa Alegre era lugar del encuentro, pasamos a despedirnos de los padres de Miguel, donde fuimos agasajados con otras pilsencitas que se agradecieron mucho, al igual que la conversación emocionada de la familia de Miguel, sobre todo de Don Julio que al vernos juntos una vez más, como mil veces antaño, no pudo disimular su verdadera emoción.
Nos dirigimos hacia el norte por la ruta 5 llegando a Villa Alegre por un hermoso camino de tierra donde Juan en su casa nos esperaba casi 3 horas antes. Posterior a las chuchadas de rigor por la tardanza, nos invitó a una terraza de pasto tras la casa de campo, donde tenía preparado un Clery heladito de frutilla... bueno, nos mandamos 2 poncheras con todos los salud de bienvenida, abrazos en el momento del verdadero reencuentro entre los que habíamos llegado… Juan Sepulveda, Cristian Olave, Miguel Miranda, Patricio Cisterna, Iván Merino y Mauricio Ibañez,.. y nos dispusimos a preparar el asado.

continuará...