Hoy los muchachos anunciaron que el Movimiento Estudiantil Secundario ha terminado, pero en realidad son las tomas y los paros en los colegios los que concluyen, ellos seguirán movilizados participando en la instancia que les ofrece el gobierno y que no los satisface. Seguirán vigilando el accionar del gobierno para que cumplan con las promesas, dicen que sólo en la medida que estos acuerdos se respeten, no volverán a las tomas, paros y marchas en las calles.
Ellos han ganado esta batalla, después de tres semanas donde el finalmente el frío, el hambre y el cansancio los desgastaron más de la cuenta, quizás los desgastaron mucho, y no podía ser de otra manera, ellos sacudieron a todo el país y lograron poner los temas de la educación en el lugar que se merece, cosa que nadie había logrado, unos por que no les conviene, otros por que no fuimos capaces. Esto se ha repetido hasta el cansancio, pero es una verdad que supera el hastío de volver a afirmarlo.
Sólo nos queda dar las gracias, por que después de su heroica movilización existen infinitas más posibilidades de que nuestros hijos, que ahora están en la educación básica y pre básica, tengan algo mas parecido a una educación digna e igualitaria, por que finalmente lo que han logrado no va en directo beneficio de los secundarios, si no de los más pequeños que los siguen.
Falta darles las gracias, por el ejemplo engrandecedor que le han dado al nuestro pueblo, por una organización autónoma nunca antes vista, por hacer temblar de susto a los poderes de la nación, que duermen sin tener método para lograr lo que dicen querer lograr, ya que ese susto es el único sentimiento que se puede transformar en un trabajo verdadero de unos legisladores y gobierno apagados por el exceso de poder.
Este movimiento estudiantil es histórico, y quedará grabado a fuego en las calles, en los recuerdos de todos los que lo vivimos de cerca, pero sobre todo, en los establecimientos educacionales tomados a lo largo de todo Chile, por que es allí donde los niños de los grados menores, los que serán parte de la sociedad futura que queremos, supieron que era posible exigir sus derechos y obtenerlos, donde vieron y vivieron de cerca los movimientos, es allí donde interiorizaron a fuerza y solidaridad con sus propios compañeros mayores, que la organización masiva dignifica, y que no sólo se puede exigir mejorar lo que esta mal, si no que es un deber hacerlo.
cp.
